Por qué no hablo de mis hijos en Internet

Cuando eres mamá y creas contenido para Internet —videos, podcasts, artículos, publicaciones en redes sociales— es natural que los que te leen o escuchan esperen que compartas sobre tu vida en el hogar. ¿Haces homeschool? ¿Qué materiales para niños recomiendas? ¿Cómo disciplinas a tus hijos? ¿Cómo van con la adopción?

Aprecio mucho que los que están por acá valoren mi opinión. Con todo, he decidido limitar muchísimo lo que comparto acerca de mis hijos en Internet. ¿Por qué? Tres razones:

(Sigue leyendo abajo del video).

1) No es mi tema.

«En las muchas palabras, la transgresión es inevitable», dice Proverbios 10:19, «pero el que refrena sus labios es prudente». Quiero ser prudente. No todo lo que sé, opino o siento debe ser publicado en Internet. Tengo la convicción de que Dios me ha llamado a compartir públicamente sobre ciertos temas (más sobre eso aquí) y la crianza no es uno de ellos. Al menos no por ahora.

2) Quiero proteger a mis hijos.

Lo que se sube a Internet, queda en Internet para siempre. Lo que está en Internet puede ser usado de maneras inconcebiblemente terribles por gente inconcebiblemente malvada. Quiero guardar a mis hijos de esto. Todo lo que pueda. Entre menos los exponga, mejor. Además, que yo haya decidido compartir algunos aspectos de mi vida personal en Internet no significa que mis hijos querrán hacer lo mismo. Incluso si les pregunto: a su edad no tienen la capacidad de dimensionar lo que significa exponerse en redes sociales. Cuando sean adultos podrán decidir lo que quieren compartir y lo que quieren mantener en privado.

3) Quiero proteger mi corazón.

Publicar sobre mi crianza es invitar a Internet a opinar acerca de mi crianza. No, gracias. Para ser instruída, animada y corregida tengo a mi esposo, mis pastores, mi iglesia local, mi familia extendida y mis amigos. Esto es más que suficiente. Debemos ser prudentes; no fuimos hechos para escuchar y valorar miles de opiniones (por bien intencionadas que sean) de personas que no nos conocen. Busquemos consejo en el contexto del amor y la relación.

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