No necesitas las redes sociales

Hace unas semanas estaba leyendo Radium Girls [Las chicas del radio]. Este libro cuenta la historia de las mujeres que trabajaron en United States Radium Corporation durante las primeras décadas del siglo XXEllas sufrieron envenenamiento por radiación, ocasionado por la pintura que utilizaban para cubrir los relojes que la fábrica producía.

Hoy es muy claro que radio = peligro. En ese entonces, sin embargo, a las «chicas del radio» se les dijo una y otra vez que la pintura con la que trabajaban era inofensiva. Las chicas incluso jugaban con ella, pintándose la cara y los dientes para brillar en la oscuridad. Años después de haber dejado su trabajo en la fábrica, el radio acumulado en los huesos de estas mujeres ocasionó que sus encías sangraran y que sus mandíbulas se deshicieran. Muchas murieron.

Me pregunto si no nos parecemos un poco a las chicas del radio. ¿No estaremos jugando con veneno también? Me pregunto si las redes sociales no terminarán destruyéndonos poco a poco sin que nos demos cuenta.

No quiero sonar dramática. Tengo claro que las redes sociales tienen muchos beneficios (como el radio, de hecho). El problema es que las usamos sin cuidado. Subestimamos su poder para destruir nuestra atención y absorber todo nuestro tiempo. Y ese poder no se limita a los momentos en los que las estamos utilizando.

Las chicas del radio no sintieron los efectos de este elemento químico hasta mucho tiempo después, cuando el radio estaba impregnado en sus huesos, destruyendo las células de su cuerpo lentamente.

¿Sentimos nosotros los efectos de las redes? ¿Sentimos cómo nos cuesta concentrarnos incluso cuando el teléfono esté apagado en otra habitación? ¿Tenemos, minuto a minuto, el deseo de revisar si alguien nos envió un mensaje o comentó en alguna de nuestras fotografías? ¿Sentimos el impulso de huir de una tarea difícil adormeciendo nuestra mente con un reel tras otro? ¿Somos incapaces de simplemente estar… de pasar un rato en silencio, simplemente pensando mientras lavamos los platos o coloreamos junto a nuestros hijos?

No necesitas las redes sociales. Son muy útiles para compartir y aprender, sí… pero también son muy buenas en hacernos creer que las necesitamos para compartir y aprender.

Este mes diremos «no». Durante febrero, compartiremos y aprenderemos lejos de las redes sociales, para darnos cuenta de lo poco que nos perdemos (¡y lo mucho que podemos obtener!) cuando estamos lejos de ellas.

¿Estás listo?

Ana ÁvilaComentario