¿Te molesta el silencio?

¿Cuándo fue la última vez que cocinaste sin escuchar un podcast? ¿Que soportaste el tráfico sin tener la radio encendida? ¿Que te diste una ducha sin tu playlist favorita?

No me malinterpretes. Creo que los momentos en los que nuestras manos trabajan pueden ser usados para leer un buen libro o aprender de un podcast interesante.

El problema es cuando llenamos con ruido cada instante de nuestra vida. No soportamos el silencio. No sabemos estar solos con nuestros pensamientos.

Quizá piensas que el silencio es una pérdida de tiempo. Pudieras estar aprovechando esos minutos mientras lavas los platos o vas en el auto escuchando un buen audiolibro. El tiempo pasa en tareas insignificantes de las que no podemos escapar, y queremos aprovecharlo.

Te entiendo completamente.

Pero el silencio no es una pérdida de tiempo.

Hoy consumimos más información que nunca antes. Tenemos el mundo en la punta de nuestros dedos. Pero de nada sirve llenarnos de conocimiento si no tenemos tiempo de procesarlo. Necesitamos espacio vacío para rebotar las ideas, ser creativos, y resolver problemas.

Necesitamos pasar por la incomodidad del silencio para poder aprender a disfrutarlo.

Pruébalo. Tómate unos buenos minutos cada día para estar solo en el silencio. Medita en lo que has leído en la semana o en las conversaciones que has tenido con tus amigos. Piensa en cosas profundas o en cosas ridículas. Sigue tus pensamientos un rato para ver a dónde te llevan.

Quizá te sorprendas.

ProductividadAna Ávila