No, los buenos lectores no tienen superpoderes

Si estás aquí, probablemente te gustaría leer más libros.

El problema es que parece ser que leer libros se vuelve cada vez más difícil. Diariamente recibimos una increíble cantidad de información hiperfragmentada: redes sociales, mensajes de texto, y artículos como este. Sentarnos y seguir el razonamiento de un autor durante páginas y páginas parece una hazaña imposible de lograr.

Pero hay gente que lo logra. Probablemente los sigues en redes sociales, compartes sus blogs, y les das “me gusta” a sus fotos de libros. Y tal vez, lejos de inspirarte a desarrollar el hábito, ver todos los logros lectores en redes sociales no hace más que deprimirte. Piensas, “Jamás podré leer tanto” o “¡No tengo la capacidad de entender ese tipo de libros y autores!”.

Anhelas ser esa clase de lector. Ese que lee mucho y que disfruta de volúmenes antiguos, pesados, con un lenguaje rico y profundo. O bueno, por lo menos terminar un libro — el que sea — de vez en cuando.

¿Te digo algo? No hay nada que te impida ser esa clase de lector. Porque los buenos lectores no son súper-humanos. No tienen súper poderes ni nada por el estilo. Bueno, algunos parece que sí (todavía no comprendo cómo Spurgeon mantenía sus hábitos de lectura y escritura), pero la gran mayoría de lectores que admiras son gente común y corriente que simplemente hace una cosa: apartan un buen tiempo cada día para sentarse a leer.

Este probablemente no es tu primer artículo acerca de libros. Seguro has buscado muchos recursos y consejos que te puedan ayudar a leer más y mejor. Y eso está bien. El problema es que estás invirtiendo muchísimo tiempo en buscar cómo leer y muy poco tiempo en realmente sentarte a leer.

Lee, lee, y lee

Para aprender a escribir tienes que escribir; para aprender a leer tienes que leer. Mucho. Tienes que hacerlo parte de tu día a día. Al principio será cansado, no podrás concentrarte por mucho tiempo, y no vas a entender gran parte de lo que lees… querrás rendirte de una vez. Pero lo único que hace la diferencia entre un buen lector y un “lector” con solo buenas intenciones es que el buen lector no se va a rendir. Va a volver al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente.

Y cuando menos lo espera, el buen lector será un cada-vez-mejor lector. Podrá pasar más tiempo sin distraerse, querrá leer cada vez más, y comprenderá argumentos cada vez más intricados y profundos.

Tú puedes ser esa clase de lector. Simplemente debes dejar de solo desearlo y poner manos a la obra. Una y otra y otra y otra vez. No hay fórmulas mágicas; no hay súper poderes. Somos humanos con libros. Humanos compartiendo ideas con otros humanos, lo mejor que podemos en ese momento. Y al siguiente momento podremos hacerlo un poco mejor.

Hay muchas cosas que podría decir respecto a esto. Este artículo nos explica cómo en el tiempo que usamos redes sociales podríamos leer 200 libros. Hace tiempo escribí sobre el impacto que podría tener invertir solo un minuto diario en la lectura. ¿Y qué del entender mejor el argumento de un autor? Una de las mejores estrategias es marcar tu libro mientras lees.

Pero si de verdad quieres ser un buen lector deberás apagar el móvil y la computadora, y leer sin rendirte. Y luego otro libro y luego otro más. La única manera en que un no lector se convertirá en un gran lector es a través un camino hecho de muchos libros bien leídos. No uno ni dos, muchos.

Así que no te desanimes y empieza ese camino, un libro a la vez.

LibrosAna Ávila