Mis propósitos de lectura para 2020

Todavía podemos sentir en el aire la emoción y la posibilidad que trae el año nuevo. Enero no tiene nada de mágico, pero no podemos negar que estas fechas nos llenan de motivación y expectativa por lo que vendrá.

No tengo nada en contra de eso. Solo estoy muy consciente de que ese sentimiento no durará. Así que me gusta planear de manera realista.

No me concentro en las metas (aunque me gusta establecer un objetivo de lectura en Goodreads), sino en los hábitos. En las prácticas diarias que no son difíciles de lograr, pero que paso a pasito me llevan en la dirección correcta.

Estos son mis propósitos de lectura para el 2020:

1) Seguir leyendo al menos 20 minutos diarios

Esta es la práctica de lectura básica que he mantenido durante ya bastante tiempo. No veo la necesidad de aumentar el tiempo. De hecho, casi todos los días leo más de 20 minutos, pero ese no es el punto. 

Cuando buscamos desarrollar un hábito, es esencial diseñarlo para que sea lo más fácil del mundo realizarlo constantemente. Tenemos que ser mediocres. Olvidémonos de intentar alcanzar las estrellas. Mejor pongamos los pies en la tierra y desarrollemos prácticas sencillas pero continuas en nuestro día a día.

Es por eso que este año procuraré seguir con mis lecturas diarias de al menos 20 minutos. Para mí ese es un hábito fácil de mantener incluso en mis peores días, cuando no tengo nada de ganas de leer. 

2) Siempre estar leyendo algo que no tenga que ver con el trabajo

Este es una nueva resolución personal. Me dedico a leer y escribir, así que es complejo “desconectarme” y leer solo para entretenimiento o edificación personal. Llego a sentirme culpable por “desperdiciar” mi tiempo de lectura con algo que no podré compartir en un artículo o reseña.

Sé que necesito relajarme y ampliar mis horizontes de lectura. Buscaré leer más novelas y biografía, además de libros de ensayo que no sean de temas de productividad o ciencia. Mi idea no es leer cierto número de libros que no tengan que ver con el trabajo (eso sería una meta), sino simplemente tener siempre una lectura a la mano que sea solo para disfrutar y aprender.

3) Compartir más sobre libros en persona

En 2019 empecé a compartir acerca de la lectura en mis redes sociales con un poco más de orden. Me gusta mucho tener este blog y animar a personas de muchos países a darse cuenta de que los buenos lectores no tienen superpoderes y que ellos también pueden desarrollar el hábito de leer.

Pero no quiero caer en el error de pasar todo mi tiempo frente a una pantalla cuando tengo a mi alrededor muchas personas con las que compartir acerca de los libros.

Durante 2020 quiero, al menos una vez al mes, abrir mi casa para que las personas de mi comunidad puedan reunirse. Mi deseo es crear un espacio en el que podamos hablar acerca de los libros que estamos leyendo; hablar de nuestros éxitos y fracasos mientras buscamos cultivar una vida profunda a través de la lectura. 

Deseo salir de mi zona de confort (soy una gran introvertida) y acercarme cara cara a otros para servirles, así como he podido ayudar a otras personas por Internet. Quiero leer libros no solo a mi hijo, sino también a los otros niños de mi iglesia. Quiero preguntar a las señoras de mi congregación cómo va su grupo de lectura. Quiero ir a tomar un café con esa persona que se me acercó hace un mes para pedirme un consejo sobre libros, y preguntarle cómo le ha ido en su lectura.

No es tan fácil convertir este último propósito en un hábito. Mi plan hasta hoy es decir “sí” más seguido a cada oportunidad que se me presente para servir a través de la lectura a las personas de mi comunidad. ¡Estoy segura de que Dios me dará oportunidades para seguir haciéndolo!

¿Qué hay de ti? ¿Qué hábitos de lectura te gustaría cultivar o mantener durante este año? Recuerda: no importa lo pequeño que sea, cada paso en la dirección correcta, cuenta.

LibrosAna Ávila