¿Kindle o libros físicos?

Hace unos días publiqué en mi canal de YouTube un video en el que explico las razones por las que recomiendo un Kindle (dispositivo de lectura electrónica de Amazon). Mi intención era animar a aquellas personas que desean leer más pero se ven limitados por la poca accesibilidad a los libros que existe en América Latina en general.

Sigo afirmando que Kindle es una herramienta maravillosa para cualquier lector. Sin embargo, algunas pláticas con amigos cercanos me han convencido de que la conversación no debe quedarse en “Kindle es genial, ¡compra uno y leerás más!”, por cierto que esto sea.

La política global que estamos viviendo nos ha mostrado claramente el lado terrorífico de la tecnología. Más bien, de la gente que está detrás de la tecnología. Por impactante que sea verlo, no debería sorprendernos. En las últimas décadas hemos sido testigos de las grandes corporaciones amasando cada vez más y más poder sobre sus consumidores. Hasta hace unos días podíamos mirar hacia otro lado y desear que las cosas no se pusieran peor. Sin embargo, el hecho de que —de la noche a la mañana— una de las personas más influyentes en el mundo se haya visto “expulsada” prácticamente de todo Internet nos hace enfrentarnos a la dura realidad del control que muy pocas personas tienen sobre las herramientas tecnológicas que utilizamos todos los días para nuestro trabajo, educación y entretenimiento.

Mi amigo Jairo Namnún escribió una excelente publicación en su blog sobre por qué, a pesar de lo maravillosas que son las herramientas electrónicas para los lectores, no deberíamos dejar de adquirir copias físicas de los libros que más valoramos. Recomiendo leer su escrito directamente pero, para los que tienen prisa, el argumento podría resumirse en lo siguiente: No debemos limitarnos a adquirir solo libros electrónicos de lugares como Amazon, porque podría darse el caso de que esta compañía –en un abrir y cerrar de ojos— elimine todos los libros que no vayan de acuerdo con lo que ellos consideran moralmente aceptable. Esto incluye los libros que ya adquirimos (todo esto es un asunto gris sobre quién realmente es dueño de los libros electrónicos).

Estoy completamente de acuerdo con todo lo que Jairo escribió. No tengo mucho que añadir a su advertencia. Me apena no haberla considerado antes de grabar el video. Así que escribo este artículo para afirmar lo que Jairo explica y aclarar que el hecho de que utilice y anime a otros a utilizar herramientas como Kindle no significa que abogo por utilizar solamente herramientas como Kindle.

Jairo mismo explica que no abandonará completamente el uso de Kindle. Como él y yo hablábamos en privado ayer, el asunto es no poner todos nuestros “huevos” (libros) en una sola “canasta” (Amazon Kindle).

Así que si quieres aprovechar las ventajas innegables de la tecnología de lectura electrónica, ¡hazlo! Pero hazlo con sabiduría, entendiendo que vivimos en un mundo hostil, que no valora lo que es verdaderamente valioso.

LibrosAna Ávila