Haz algo ya
¿Te ha pasado? Reconoces que tienes absolutamente todo lo que necesitas para hacer lo que deberías estar haciendo, pero no haces nada. Llevo unas semanas así.
Por supuesto, las circunstancias nunca son perfectas… pero, ¡vamos! Tengo mi cerebro, tengo mi computadora, tengo mis libros, tengo todo lo que necesito para escribir… y por alguna razón estoy atorada. No hago lo que sé que debo, puedo y tengo el privilegio de hacer.
Recuerdo sentirme igual hace casi cuatro años, cuando nació mi primer hijo.
Cuando tienes un bebé, tu mundo se sacude por completo. Por supuesto, es bueno detenerse y tomar las cosas con calma. Pero en algún momento hay que abrazar la nueva vida —con sus deleites y dificultades— y ponerse en movimiento. Hay ropa que lavar, libros que leer y (en mi caso) artículos que escribir.
Pero en ese momento, como hoy, me sentía atascada.
Y en ese momento, como hoy, decidí retarme a mí misma para poner las cosas en marcha. Decidí retarme a mí misma a hacer algo ya, no importa lo ridículamente sencillo que fuera.
30 días de publicaciones continuas en el blog.
Las reglas de este reto son sencillas. Solo tengo que hacer espacio para, todos los días, publicar algo semi-decente en mi página web. Puede ser una nota de 300 palabras o alcanzar las 1500. Quién sabe; eso no importa. La clave es no detenerme a darle demasiadas vueltas al asunto. Si lo hago, volverán a mi mente todas las excusas que he puesto hasta ahora:
«Esto no es nada interesante».
«Esto ya todo el mundo lo sabe».
«Necesito leer un libro más antes de publicar sobre esto».
Etcétera, etcétera.
Quizá lo tuyo no sea escribir. Pero algo tienes que hacer.
Quizá las alacenas de tu casa están desbordándose de cosas que no necesitas y solo hacen tus tareas diarias más difíciles. Haz algo ya. Podría ser algo como sacar todo lo que tengas en uno de los cajones y separar lo que necesitas, lo que ya no sirve y lo que puedes donar.
Quizá hay un libro empolvado en la mesa de noche de tu cuarto. Hace seis meses dices que «muy pronto» lo empezarás a leer. Detén todo lo que estás haciendo. En serio, el mundo no va a terminar porque te detengas un rato a leer (¿no te has detenido a ver Instagram?). Pon un temporizador de 10 minutos en tu teléfono y lee. Haz algo ya.
Quizá tienes un amigo del que hace rato no escuchas y te preguntas cómo va su vida. Haz algo ya. Escríbele un mensaje. Mejor aún, mándale una nota de voz. Dile que has estado pensando en él y que te gustaría saber cómo está. Cuéntale un poco acerca de lo que tú estás haciendo y dile que esperas que puedan ponerse al día pronto… ¿quizá salir a tomar un café?
Haz algo ya. Y mañana haces otra cosita más y pasado mañana otra más. Quién sabe dónde termines dentro de 30 días.
Tienes todo lo que necesitas para hacer las cosas que deberías estar haciendo en este momento.
Haz algo ya.
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