Todos leemos: #1libro7días
Una de mis cosas favoritas es ayudar a otros a darse cuenta de que ellos pueden ser buenos lectores.
Vivimos en una época en la que la información está literalmente al alcance de nuestros dedos. Hoy, acceder a toda clase de libros es más fácil que nunca en la historia. Podemos enriquecer nuestra vida con sabiduría antigua y contemporánea en cuestión de segundos. Con todo, estamos tan acostumbrados a la tecnología que esta abundancia intelectual no nos asombra.
Podemos decir que tener todo este conocimiento a nuestro alcance es algo genial, pero nuestras acciones demuestran que en realidad no nos importa. En lugar de buscar tesoros de sabiduría, desperdiciamos mucho de nuestro tiempo en lo fácil y lo entretenido. Al final del día solemos sentirnos mal por ello. Prometemos que mañana será diferente. Pero ese mañana parece no llegar jamás.
La mala noticia es que escapar de la espiral de ocio y apatía en la que solemos sumergirnos es duro. Parece que el mundo a nuestro alrededor está diseñado para que tengamos una vida superficial. La buena noticia es que salir del adormecimiento mental no es imposible. Está en nuestras manos dejar lo que debilita nuestra mente y tomar lo que la fortalece.
Los buenos libros son una de las cosas que pueden llevarnos a cultivar nuestro entendimiento acerca de las cosas importantes de la vida. Estas herramientas no están reservadas para la gente rica o poderosa. No son exclusivas para los que han sido educados en las Universidades más prestigiosas. Los libros están al alcance de todos nosotros.
Muchos saben todo esto, pero creen que el problema está en ellos. Piensan cosas como “Nunca me ha gustado leer”, o “Yo no puedo entender esas cosas tan difíciles”, o “Me distraigo bien fácil”. Todo esto puede ser verdad. Lo que solemos olvidar es que no es una sentencia de muerte. El no-lector puede convertirse en un lector voraz tras encontrar los libros indicados. El que no entendía nada puede entender un poco más después de practicar siguiendo argumentos cada vez más complejos. El que se distraía después de tres oraciones puede lograr concentrarse durante un párrafo, luego tres y luego diez.
¿Cómo? Leyendo. Leyendo y permaneciendo. Permaneciendo aunque no hayamos encontrado el libro que nos atrape por completo. Permaneciendo aunque no entendamos del todo al autor. Permaneciendo aunque nos incomoden las ganas de revisar el móvil.
Sí, salir de la espiral de la distracción puede ser difícil, así que no quiero que intentes hacerlo solo. Durante la semana del 21 al 28 de diciembre, los lectores de esta comunidad estaremos retándonos a leer un libro en siete días. Pera unirte a nosotros solo debes seleccionar un libro (el que tú quieras, que sea un verdadero reto para ti) y compartir en tus redes sociales con el hashtag #1libro7días. Estaré compartiendo sobre este reto en mis historias destacadas de Instagram.
No importa quién seas o de dónde vengas. Tú puedes ser un buen lector. Solo debes empezar. ¡Hagámoslo juntos!