Derrota a tus dragones por la mañana
La semana pasada tuve la oportunidad de responder algunas de sus preguntas sobre productividad en Instagram (si quieres ver las respuestas, puedes hacerlo acá). Una de las inquietudes más interesantes fue esta: "¿Cómo ser menos flojo? A veces siento que no hago tanto como pudiera".
Esto me puso a pensar. Ciertamente, hay muchos perezosos en el mundo. ¿Pero será ese el caso de la persona que me escribió? Quizá. Pero también es posible que este joven haya confundido la flojera con una simple falta de energía.
Tú y yo somos seres humanos, no robots de productividad. No estamos diseñados para trabajar todo el tiempo. Para ser verdaderamente efectivos, necesitamos descansar. Y el descanso no es solo dormir. Es hacer pausas frecuentes, levantarse del escritorio, tomar un café, salir a respirar aire fresco...
Aprender a administrar nuestra energía es esencial. Si queremos ser productivos, debemos identificar los momentos del día en los que nuestra mente está alerta para cumplir con nuestras tareas más demandantes. También es importante identificar cuándo nos conviene hacer tareas de menor energía (como responder correos o realizar otras labores administrativas) y cuándo simplemente necesitamos tomar un buen descanso.
La mayoría de nosotros tenemos más energía por las mañanas, así que nos conviene aprovechar ese momento del día para hacer aquellas cosas que lucen amenazadoras en nuestra lista de tareas. Podría ser escribir un artículo o un reporte, limpiar profundamente la cocina, preparar una presentación, o hacer llamadas intimidantes.
Esta técnica de productividad suele conocerse como "derrota a tu dragón por la mañana" o "cómete el sapo". La idea es básicamente que acabes de una vez con esas tareas demandantes, lo más pronto que puedas y cuando tengas más energía. Después de todo, lo que más nos asusta suele ser lo más valioso para cumplir nuestras responsabilidades con excelencia. Lo tendremos que hacer tarde o temprano; es mejor lidiar con ello hoy que obligar a que tu "yo del futuro" lo haga en el último momento.
Así que la próxima vez que tengas la tentación de procrastinar esa tarea intimidante, ¡no lo hagas! Derrota a tu dragón por la mañana y disfruta el resto del día.