¿Listo para iniciar?
Un día productivo inicia la noche anterior. ¿Cómo vas a prepararte para mañana empezar con el pie derecho?
Aquí te van algunas ideas:
Duerme con ropa deportiva.
Deja tu Biblia y cuaderno de oración en la mesa del comedor.
Prepara la ropa que usarás mañana.
Ordena tu lugar de trabajo.
Si vas a salir de tu casa, asegúrate de que tu bolsa o mochila tengan todo lo que necesitas.
Haz una lista de las tres tareas que desees realizar el día de mañana.
Escribe UNA tarea —la más importante— en un papelito o post-it. Colócalo en un lugar visible, en tu área de trabajo.
En tu computadora, cierra todas las aplicaciones y pestañas de navegador que no necesites para la tarea más importante del día.
Prepara un bocadillo saludable para cuando te dé hambre a media mañana.
Borra de tu teléfono las aplicaciones que te distraen por la mañana.
Deja programado el café de la mañana. Si no tienes una cafetera elegante, mide el agua y el café para solo darle «play» en cuanto te levantes.
Apaga las pantallas al menos una hora antes del tiempo de ir a la cama (¡pon una alarma!).
Vete a la cama al menos ocho horas antes del momento en el que tengas que levantarte (¡pon una alarma!).
Pon tu teléfono en modo avión. Quítalo hasta que cumplas con la tarea más importante del día.
Ora por sabiduría para caminar en aquellas buenas obras que Dios ya preparó para ti (Efesios 2:10).
No tienes que hacer todas estas cosas, pero ¿por qué no pruebas al menos tres?
No esperes que un día productivo surja por arte de magia. ¡Camina paso a paso en la dirección correcta!
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