¿No descansas bien? Esta es la razón

Escribo estas palabras casi una semana antes de que lleguen a tu bandeja de entrada. Ayer fue mi día de descanso. Era sábado, así que los niños estaban emocionados de ver una película con su papá. ¿Qué hice yo? En cuanto le pusieron play, me esforcé en reposar:

  • Tuve mi tiempo devocional.

  • Doblé ropa mientras escuchaba un podcast.

  • Amasé algo de pan.

  • Salí a caminar a un parque.

  • Pinté algo sencillo.

Es increíble lo que se puede lograr en un par de horas cuando estás preparado y enfocado.

¿Por qué digo que «me esforcé» en reposar? Porque si hubiera que «las cosas sucedieran», seguramente me hubiera quedado tirada viendo cosas absurdas en Internet… cosas que no me llenan en ningún sentido. Al final de la película me hubiera sentido frustrada porque ese precioso tiempo se fue en absolutamente nada.

Un buen descanso no sucede por accidente. Estas son algunas de las cosas que hice el viernes para prepararme para mi día de descanso:

  • Hice mi plan semanal para asegurarme de que todos los pendientes estuvieran en orden antes de empezar la siguiente semana de labores.

  • Revisé que en mi teléfono no hubiera aplicaciones que me entretienen pero no me dan descanso.

  • Cerré la puerta de la oficina y me prohibí abrirla en sábado (todo lo que tiene que ver con mi trabajo está ahí dentro).

  • Me aseguré de que mi canasta de lectura y mi bolsa de dibujo estuvieran preparadas.

Además, el sábado temprano:

  • Me quité la pijama y me vestí con ropa cómoda pero decente para salir a caminar y respirar aire fresco en cuanto hubiera una oportunidad.

  • Después del desayuno, limpiamos y ordenamos un poco (no más de 20 minutos) para que la casa se sintiera agradable y todos pudiéramos enfocarnos en el descanso sin estar tropezando con platos sucios o juguetes regados.

Un buen descanso requiere trabajo. Requiere preparación. Si sientes que tu tiempo libre pasa volando sin que realmente lo disfrutes, el problema podría ser que no te estás preparando para disfrutarlo. Si esperas que el reposo venga mágicamente, te quedarás esperando para siempre. Terminarás haciendo lo que es más fácil hacer: consumir entretenimiento barato que, lejos de satisfacerte, te drena y amarga.

¿Qué harás para esforzarte en descansar este fin de semana?

Ana Ávila